Rasgos de la personalidad de Aries
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Discutidor
Cuando los Aries discuten, fantasean con que están en un juzgado, donde el público se queda boquiabierto de asombro ante el poder de su oratoria.
Aunque se trate de una simple disputa, en su mente megalomaníaca, Aries se halla frente a un jurado invisible formado por hombres y mujeres razonables muy distintos a ti. Un Ariesaceptaría alegremente defender que "la tierra es plana" en un debate y lo ganaría.
No es muy recomendable entrar en discusión con un Aries, ya que disfrutan con el sonido de su propia voz: es música celestial para sus oídos. Así de misterioso puede llegar a ser Aries.
Egomaniaco
¿Autorrealización? Los Aries se realizan al nacer; son los demás los que tienen que realizarse para comprenderlos. Viven en un flujo entre un sentido de brillantez grandiosa y el temor a no desarrollar todo su potencial.
Tú dices autoayuda, ellos piensan "aprender a aceptar mi superioridad". Tú dices algo acerca de un ego exacerbado. Aries dice: "¡Y qué!".
Supongamos que estás comentando el problema de tu codo de tenista con un Aries. Inmediatamente saltará: "Yo no tengo codo de tenista. Yo no tengo esas cosas. Nunca las he tenido... aunque soy un jugador fantástico'.
Hipercompetitivo
Los Aries niegan esto porque, en su mente, no existe la competición. Pero un Aries es competitivo de igual forma que a los peces les gusta nadar.
Todos son perfectamente capaces de plantarse delante de la estatua del [[David de Miguel Ángel]] y anunciar que su físico es mejor. De hecho, una visita a una galería de arte en compañía de un Aries puede ser muy emocionante, ya que tienen plena confianza en sus talentos artísticos innatos.
Por eso, mientras todo el mundo comenta las obras en suaves murmullos, Aries hace resonar su voz en toda la sala: "¡Santo Dios! ¿Están locos? ¡Yo podría hacer algo mejor con un rodillo y pintura!".
Alocado
Aries es un loco en el trabajo, un loco en la cama y está loco por sí mismo. Es tan afortunado que su cordura es relativa. No se trata de la locura de la teoría de la conspiración de Escorpio, ni siquiera de los delirios de Piscis al estilo "soy un artista, así que no cuestiones mi sexualidad".
Las personas que se ven obligadas a pasar más de 20 minutos con Aries comienzan a plantearse si se calmará disparándole un dardo cargado con tranquilizantes. Aries no capta esto. Ya metidos en conversación, miran y ven a alguien apretar la mandíbula y creerán que esa persona está demostrando su admiración por ellos.
Creen que la sutileza es para los imbéciles; la reacción exagerada no es un concepto aceptado por los Aries. La reacción de Aries siempre es apropiada.
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